No es ningún secreto que en Las Malas Costumbres somos feministas, pero constantemente nos topamos con personas que están totalmente en contra y que se proclaman «humanistas» e «igualitarios» y a todas las feministas nos tachan de locas. Por eso quisimos hacer un pequeño listado de por qué es lo máximo ser feminista y por qué no te debe dar pena aceptarte como tal.
- No es UN feminismo. Son FEMINISMOS. La cosa bonita con esto, es que cada quien puede interpretar sus propias maneras de ser feminista de acuerdo a su contexto y a sus experiencias personales. Y uno no necesariamente tiene que estar de acuerdo con todas esas interpretaciones al 100%, pero de lo que se trata es de enriquecer la conversación con puntos de vista diferentes. Hay feministas lesbianas, heterosexuales, bisexuales, travestis, transexuales, depiladas, peludas, de la ciudad, del campo, enojadas, felices, las que usan vestidos, las que se pintan, las de cara lavada, negras, blancas, indígenas, morenas, hombres… Es decir, hay de todo. Puede que no concuerdes con los medios que cada una utiliza para llegar al fin, pero éste básicamente siempre será el mismo: igualdad de condiciones. Conclusión: el feminismo de Beyoncé no es el mismo que yo vivo, porque estamos en contextos muy distintos, pero al final, nuestro objetivo general es el mismo. Todo mundo tiene cabida aquí (y este es uno de los puntos que hacen del feminismo algo heeeermoso).
- El feminismo es un movimiento social y político que busca que mujeres y hombres tengan mismos derechos. Queremos que se elimine para sieeeempre el sexismo y cualquier forma de discriminación basada en el género. Así, sencillo. Queremos respeto y que nos traten como personas. No hay trampas, no queremos colgar a nadie de un árbol.
- «Es que desde el nombre es excluyente, no debería llamarse feminismo». He oído esta frase millones de veces; es más, en algún punto de mi vida incluso la dije. Pero quiero hacerles un par de preguntas, ¿por qué no nos causa conflicto que se diga «La historia del HOMBRE»? ¿Por qué está bien que en el diccionario buscas la definición de caballo y te dice un súper choro (sí, dije choro, como en 1998) y si buscas yegua dice «hembra del caballo»… No creo que sea por falta de espacio porque bien sabemos que a los diccionarios les tiene sin cuidado el número de páginas. Si ven bien, estamos excluidas desde la historia y la definición de las cosas y lo vemos tan normal, que cualquier cosa contraria nos salta y sentimos que está mal. El hecho de que creamos que «feminismo» es una palabra mala, es porque estamos en este sistema que nos dice que nada que suene a mujer puede ser bueno.
- Aunque queremos recordarle a los hombres que no todo se trata de ellos, sentimos que debemos hacer un apartado para aclarar dudas que también las mujeres tienen. El feminismo no es espejo de machismo; es decir, no se trata de odiar a los hombres. El asunto aquí es que históricamente a las mujeres se nos ha tratado como si estuviéramos un nivel más abajo del hombre. Cualquier cosa que tenga que ver con ser mujer se considera inferior. Aquí un ejemplo muy sencillo (y real).
Ilustración de @erederbez Este es sólo un ejemplo de los privilegios de los hombres. Sí, no los pidieron, pero ahí están y pues es chido tenerlos, ¿no? Lo que no hay que perder de vista es que el feminismo también beneficia a los hombres. El patriarcado se alimenta de que sigamos al pie de la letra los roles que se nos asigna de acuerdo a nuestro sexo y a nuestro género al nacer. Si tienes pene o vagina, se esperan ciertas cosas de ti. En el momento que no cumples con alguno de esos roles, tu posición social se va para abajo. Por ejemplo, se espera que tú, hombre, nunca muestres debilidad, que seas centrado y nada sentimental, que seas bueno en los deportes, que tengas dinero y que seas el sustento… SIEMPRE. Puede que no suene horrible, pero al final, también tiene consecuencias negativas. Aquí abajo les dejamos un video (está en inglés) donde un compañero les dice cómo involucrarse en el feminismo; es en un contexto distinto al de Latinoamérica, pero lo básico es súper universal, incluso entre mujeres feministas. ¿Cómo? Vamos al siguiente punto.
- En un curso que tomé me dijeron que pensara en una escalera o pirámide (lo que se les pegue la gana pues, el chiste es que tenga niveles). En esta estructura, el punto más alto lo ocupa quien tiene mayores privilegios y de ahí, de acuerdo al patriarcado, se te descuentan puntos si «fallas» en algo. Entonces, hasta arriba se encuentra un hombre, blanco, heterosexual y con poder económico. Probablemente después vendría un hombre de color (cualquier color), heterosexual y con poder económico. Después un hombre homosexual, blanco con poder económico. Y así hasta llegar a la posición en que estás tú. Por el hecho de ser mujer, ya no te toca estar hasta arriba. Nunca. Siempre es súper importante identificar dónde estás por dos cosas: saber qué puedes hacer para mejorar tu contexto específico y la segunda y más importante: evitar ser condescendiente con las personas que en esa escalera pudiera resultar que están debajo de ti. Whaaaat? Lo explico con Beyoncé otra vez. Ella tiene una posición mucho más privilegiada que la mayoría de los seres humanos en este planeta, por lo que su manera de vivir su feminismo será distinto al de una mujer en Baja California peleando por sus derechos laborales básicos. En este caso Beyoncé debe acompañar y apoyar el proceso de las demás, no intentar definirles lo que deberían estar sintiendo o haciendo (podría hacerlo, pero probablemente resultaría chocante). Pero aún así ella necesita el feminismo porque seguramente se ha encontrado que en su contexto, le llegan a dar más valor musical a su esposo, Jay-Z, que a ella. Porque él es un rapero exitosísimo y bueno ella… pues es mujer, seguro ni escribe sus canciones. ¿Ya cachan por dónde va la onda?
Acá abajo les dejamos un video que es el ejemplo perfecto de lo que pasa cuando no se entiende el lugar que uno tiene en la escalerita, les damos unos minutitos para que lo vean…
El asunto que a esta chica tal vez nadie le explicó es que ella tiene un lugar más alto que la mayoría en esta estructura imaginaria y que al final, todos esos problemas que ella está explicando ¡son parte justamente de lo que el feminismo pelea! ¿Por qué en las cárceles hay violaciones entre hombres? Porque es una manera de bajarlo un escalón, haciéndolo menos «hombre». ¿Por qué es más probable que en un juicio a las mujeres se les conceda la custodia de sus hijos? Porque se cree que «nacimos» para ser mamás y que seremos mejor en criar niños que los hombres… etc. - El feminismo no sólo contempla la lucha de las mujeres, al contrario, es súper incluyente. El feminismo odia al patriarcado, ese es el verdadero enemigo aquí. Y el patriarcado es racista, clasista, heteronormado, machista… de lo peor pues. Así que, a diferencia de otros movimientos, el feminismo no es feminismo a menos que sea incluyente.
- ¿Por qué es importante reconocernos como feministas? La realidad es esta: las mujeres y cualquier persona que se salga de los moldes de la sociedad, no siempre nos la pasamos bien. La importancia de darle un nombre a todo esto que estamos haciendo es sencillo: darle fuerza. En cuanto nosotros decimos: «Es que sí creo en la igualdad, pero no soy feminista», es una manera de restarle importancia a algo que debería ser nuestra prioridad. Sí, como todo en la vida, encontrarás feministas con las que no concuerdas y está bien. En esos casos sólo escuchas y formas tu propia opinión acerca de lo que sí quieres o no quieres hacer. Lo padre de esto es que nadie te obliga a nada más que a formar tus propias opiniones. Y cuando estés lista para reconocerte como feminista, aquí estaremos esperando (y cuentan que acá siempre hay helado).