Hace unos días una de mis páginas favoritas, Effyourbeautystandards, subió esta foto a Facebook . Y a pesar de que muchísimos mensajes eran positivos, muchos otros eran muy muy muy rudos. De verdad espantosos. Siempre me da risa cómo los hombres (e incluso mujeres) se burlan de las que queremos que todo el mundo sea positivo con su cuerpo y con su ser. En serio, no entiendo de dónde viene tanta mala leche; como dice mi mamá «si no tienes nada bueno que decir de alguien, mejor no digas nada».

«Así es como vivo en rebeldía. Así es como rechazo una sociedad y un sistema que dice que mi cuerpo negro y gordo es inaceptable e indeseable. Así es como no sólo amo a mi cuerpo, pero el tuyo también. Esta soy yo, bailando tap y girando para cambiar percepciones. Esta soy yo.»
Pero a mí me pareció increíble, el mensaje es claro y súper fuerte. El hecho de querernos también es desafiar el sistema. Aceptar nuestro cuerpo, mostrarlo, dejarlo que baile, que brinque, mostrar los pliegues, las cicatrices es, de hecho, un acto rebelde. Es una manera de decir: «Sí, puede que me consideres horrible, puede que me odies. Pero no me importa, igual me quiero y no me voy a esconder, merezco ser feliz». ¡Qué mensaje tan poderoso! Qué maravilloso que existan mujeres así. Porque al final, si lo piensas, a este sistema, le conviene que no seamos seguras, le conviene que no cuestionemos la manera en que está todo, le gusta que estemos tristes, que nos odiemos, que sintamos que somos menos, se alimenta de que existan mujeres que sientan que nacieron para estar debajo de alguien más. A este sistema le convendría que Marie Alotta, la mujer de la foto, sienta que no puede exigir un trato digno, un salario justo, un hombre que la respete, un gobierno que la tome en cuenta porque no vale lo mismo que los demás.
La verdad, este tipo de proyectos, fotos y publicaciones como esta hacen que mi corazón se alegre. Me gusta muchísimo pensar en que hay mujeres inspirando a otras mujeres a ser felices, a quererse, a que sepan que son merecedoras de cosas buenas. ¿Ustedes qué piensan?